lunes, 28 de noviembre de 2016

¿Es posible hablar con niños en mediación?

Hoy contamos en el blog con una nueva colaboración, en concreto la de nuestro compañero José Vicente Gimeno Crespo, a quien agradezco sinceramente su participación.  Os dejo un breve currículum y su reflexión a partir de su asistencia a jornada organizada por la Asociación Madrileña de Mediación e impartida por Lilian Van Wesemael, sobre la incorporación de los niños al proceso de mediación.


CURRICULUM VITAE 

  • Letrado del Colegio de Abogados de Valencia, desde el año 2000.
  • Mediador. 
  • Máster de Mediación del CEU/ICAV.
  • Promotor junto con Mª Carmen de Jorge Mesas del convenio de Mediación CMICAV  con COCEMFE.
  • Vocal de la Sección de Mediación del ICAV
  • Vicepresidente de la Sección Derecho y Discapacidad del ICAV
  • Participación en diversas Conferencias, talleres Prácticos y Programas de radio sobre mediación y discapacidad.
  • Asesor de la Asociación Redproyecto Social, discapacidad y tecnología
  • Redacción de diversos artículos sobre mediación y discapacidad







¿ES POSIBLE HABLAR CON NIÑOS EN MEDIACIÓN?

            Si alguna vez como mediadores nos lo hemos o nos lo han preguntado, el nutrido grupo de mediadores de diferentes ámbitos disciplinares; abogados, psicólogos, trabajadores sociales, incluso profesores, que asistimos los pasados 21 y 22 de octubre, a las jornadas de  la Asociación Madrileña de Mediadores bajo la batuta de  Lilian Van Wesemael nos enseñó que sí es posible.

             Desde su perspectiva como especialista en Mediación Familiar y Guardian ad Litem en los Tribunales de familia Holandeses constatamos, que no se trata de incluirlos y hacerlos parte de ningún conflicto, sino todo lo contrario. Hablar con ellos para poder saber cuáles son sus sentimientos, necesidades, inquietudes, miedos, definitivamente y después de todo lo que Lilian nos ha enseñado es que Sí es posible que de esa manera podamos hacerlos participar en la Mediación.

            La importancia no solo está en no hacer que los menores no sean parte del conflicto, sino en apoyarles, escucharles, estar atentos los padres para que los niños no sientan ningún atisbo de culpa o duda respecto de su nueva situación.

Los progenitores deben ser conscientes que el sistema familiar cambia y tienen una nueva manera de relacionarse, nacen dos sistemas, uno como ex parejas y otro como padres en el que deben seguir cuidando, queriendo y protegiendo a sus hijos.

El visionado del Vídeo “el Hijo del Divorcio, carta de un hijo a sus padres separados” fue la voz de muchos de los niños que llevamos en nuestras mochilas profesionales e incluso forman parte de nuestro universo emocional.


Nuestra legislación patria reconoce el derecho a “oir” a los menores a partir de los doce años, sin embargo y atendida la legislación internacional y comunitaria, como el Art 12 del Convenio de la ONU sobre los derechos del niño, el artículo 6 del Convenio sobre relaciones personales de los Menores firmado en Estrasburgo en el 2003, incluso el art 7.3 (Niños y niñas con Discapacidad) de la Convención de sobre los derechos de las personas con Discapacidad que habla del “derecho a expresar su opinión libremente sobre todas las cuestiones que les afecten” ahí radica esa ESCUCHA que tanto los mediadores sabemos practicar y devolver positiva y constructivamente a nuestros mediados.

Los menores no solo son escuchados presididos desde su Voluntariedad, al igual que sus progenitores, según la edad, madurez y los casos conviene contrastar la información que nos han facilitado y actuar respetando incluso la Confidencialidad que caracteriza cualquier proceso de mediación, teniendo presente que  no se trata de una investigación, sino de conocer su día a día.

Hablar con los niños, no solo ayuda al mediador a diseñar el proceso de mediación,  ayuda a los progenitores en la toma de decisiones, ya que  están en un entorno neutral, adaptado a las necesidades de los niños,  los padres pueden adoptar acuerdos más realistas ya que obtienen más información que les ayuda a generar más alternativas.

Las herramientas  que hemos aprendido y sobre las que se ha dialogado y practicado, hacen posible que los menores puedan expresarse y ser conscientes que son seres valiosos con sus propias identidades, quizás unas identidades en tránsito hacia una edad adulta que dependen mucho  de cada momento presente que vayan viviendo.


Muchas GRACIAS por compartir con nosotros tu experiencia. Ya esperamos una nueva colaboración.

Si te ha gustado, COMPÁRTELO, GRACIAS.

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